Las denominadas por la tradición popular como Peñas del Tesoro son uno de los iconos de Los Barruecos. Enormes bolos que forman el más espectacular Tor granítico de Europa, la imagen más repetida del Monumento Natural de Los Barruecos. Sobre ellas se asientan los nidos de cigüeñas más accesibles a la vista, cerca del hombre, pero protegidos por la altura de las rocas.
A los pies de las Peñas del Tesoro dos obras del artista Wolf Vostell, con las que quiso extender su museo en medio del paisaje rocoso: ‘El Muerto que tiene Sed’ y ‘Viaje de (H)ormigón por la Alta Extremadura – V.O.A.E.X’, todo un símbolo de la interacción entre el arte y la naturaleza